Dentro de las labores de protección de bienes culturales del interior de la iglesia, destaca la protección del órgano. Para ello, el primer paso es el desmontaje de la trompetería horizontal por personal especializado. El desmontaje lo ha llevado a cabo Rubén Pérez Iracheta del Taller diocesano de restauración de órganos de Santo Domingo de la Calzada. La trompetería que se desmonta, se va clasificando y almacenando en cajones específicos, protegidos con plástico de burbujas. Estos cajones se han acopiado en el Baptisterio, ya que ésta estancia va a permanecer cerrada y protegida durante las obras.
Posteriormente se protegerá el orgáno de la entrada de polvo, mediante doble embolsado y cuando finalicen las obras, volverá el especialista a montar la trompetería.
En la localidad de Fuentes de Nava tienen el privilegio de contar con dos órganos barrocos, ambos construidos por el maestro organero Tadeo Ortega (Burgos 1749– Palencia 1823). El primero de estos órganos fue construido en el año 1785, se encuentra en la iglesia de San Pedro y posee dos teclados de 45 notas.
El que nos ocupa, fue construido en 1.790, también tiene dos teclados, en éste caso de 53 notas. Durante la operación de desmontaje de trompetería, Rubén nos ha mostrado el secreto en el cual aparece la inscripción de su construcción junto con un poema, simpático guiño de su autor que pasamos a transcribiros:
"Ni soy ni he sido tejado
aunque de canales lleno;
y para mi nada es bueno
si estoy húmedo o mojado;
ésta suerte me ha tocado;
y aunque de aire me alimento
comunico mi sustento.
Con medida, proporción,
y los altos bajos son
sólo con darles mi aliento.
Para un confesor mi nombre
es bueno, sin duda alguna
me ha tocado esta fortuna;
sin tener yo nada de hombre,
es verdad que hago que asombre
al hombre más entendido
que sin haberle construído
hago cantar con acierto,
y con ser yo cuerpo muerto
sea causa de tanto ruido."
Tadeo Ortega.
Más información en la web: Video de la fundación Francis Chapelet
Video fase de protección de bienes muebles.
Video de la fundación Francis Chapelet